En febrero se vendieron 3,3 millones de unidades menos que el mes anterior. La recaudación cayó un 5,5% y los jubilados enfrentan precios más altos en remedios cubiertos por PAMI.
La venta de medicamentos volvió a mostrar señales de alarma: en febrero, las farmacias argentinas despacharon un 6% menos de unidades que en enero, lo que equivale a 3,3 millones de productos menos. El dato, difundido por la Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa), confirma una tendencia negativa que ya acumula cuatro meses consecutivos de caída, en un contexto de fuerte crisis económica y creciente tensión social.
El derrumbe no solo se refleja en las cantidades vendidas, sino también en la recaudación: en febrero, las farmacias facturaron $790.607 millones, frente a los más de $834.000 millones de diciembre. El retroceso afecta tanto a los medicamentos de venta libre como a los que requieren receta, aunque estos últimos registraron una baja más pronunciada de casi el 10% en el último trimestre. En paralelo, los medicamentos con cobertura del PAMI aumentaron su precio un 5,06% en dos meses, el doble que aquellos fuera del programa.
El acceso a remedios se vuelve cada vez más difícil para los sectores más vulnerables, particularmente los jubilados, que afrontan subas acumuladas del 7,37% en medicamentos PAMI durante el primer trimestre del año. En un país con poder adquisitivo en retroceso y altos niveles de inflación, los medicamentos comienzan a convertirse en un lujo, lo que tensiona aún más a un sistema de salud ya golpeado.