El gobierno de Javier Milei redujo drásticamente el presupuesto para el área ambiental y eliminó instrumentos clave como el fondo para bosques nativos. Parques Nacionales, guardaparques y el Servicio de Manejo del Fuego operan con recursos mínimos.
Un informe de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) alertó sobre un recorte de hasta el 81% en las partidas destinadas al cuidado ambiental, según datos oficiales del Indec. El golpe más fuerte se produjo tras la degradación del ex Ministerio de Ambiente a una subsecretaría. En términos reales, este organismo pasó a funcionar con menos del 25% del presupuesto que había manejado en 2023, lo que representa un recorte del 79,4%. Entre las áreas más afectadas se encuentra el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, fundamental para combatir los incendios forestales que en lo que va del año ya devastaron casi 300 mil hectáreas entre la Patagonia y el Litoral.
El informe denuncia que la respuesta estatal ante los incendios fue tardía y mediática, con subejecución de fondos y sin planificación preventiva. En 2023 se ejecutó solo el 22% del presupuesto previsto para el manejo del fuego, mientras que en 2024 directamente se eliminó el Fondo Fiduciario de Protección Ambiental (Fobosque). También fue nula la ejecución del Fondo Nacional para el Enriquecimiento y Conservación de los Bosques Nativos, creado para sostener ecosistemas clave como el del Gran Chaco sudamericano, donde Santiago del Estero y Chaco sufrieron la mayor pérdida de cobertura forestal.
Los Parques Nacionales tampoco escaparon al ajuste: el presupuesto se redujo un 34% en términos reales, lo que provocó la cancelación de obras y la afectación directa sobre los contratos de guardaparques. La fundación advirtió que el presupuesto prorrogado de 2023 fue manipulado con discrecionalidad, sin información pública que permita conocer el destino del dinero no utilizado. Según el economista Matías Cena Trebucq, integrante de FARN, “la caída de las partidas ambientales fue mucho mayor que el ajuste general”, con reducciones entre el 34% y el 81% frente a un promedio de 26,3% en todo el presupuesto nacional.
Organizaciones como Greenpeace también advirtieron sobre las consecuencias irreversibles que este ajuste ya está generando en la biodiversidad argentina. En 2023 se perdieron más de 150 mil hectáreas de bosques nativos solo en el norte del país, y en 2024 la falta de recursos para prevención y control agrava el escenario. La política ambiental del actual gobierno deja sin respaldo financiero a ecosistemas frágiles, y según los especialistas, implica un cambio de prioridades que pone en riesgo el futuro de la conservación en el país.