«Militantes» fueron llevados en micros desde el GBA con la promesa de cobrar por asistir al cierre de campaña de vocero presidencial. Al final, les recortaron el pago y hubo empujones, gritos, denuncias de estafa y hasta robos. La figura de Sebastián Pareja, operador de Karina Milei, quedó otra vez en el ojo de la…
Lo que debía ser una fiesta política terminó en una postal de furia, desorganización y traiciones. En pleno cierre de campaña de Manuel Adorni en Recoleta, militantes de La Libertad Avanza denunciaron que les habían prometido $25.000 por ir al acto y, al llegar, les ofrecían solo $10.000 o nada. La bronca estalló en vivo, con gritos, forcejeos, intervención de la policía y hasta el robo de un celular a un periodista.
“Nos dijeron que eran 25 lucas por venir, ahora dicen que no hay plata. Nos cagaron”, reclamó una de las asistentes con remera violeta. Como ella, muchos otros habían salido desde San Fernando, Tigre, Merlo y San Martín en micros organizados por referentes del espacio, con Sebastián Pareja como principal responsable del operativo. Su nombre ya es habitual en este tipo de escándalos: es el armador político de Karina Milei en la provincia de Buenos Aires.
Mientras el acto no lograba llenar el Parque Mitre y los fuegos artificiales trataban de tapar el caos, dentro del mismo espacio libertario se multiplicaban los reproches. Columnas enteras de militancia se negaban a bajar de los micros cuando se corrió la voz de que no iban a cobrar lo prometido. Algunos dirigentes se fueron del lugar entre insultos y acusaciones de haber “jugado con la necesidad de la gente”.
El escándalo vuelve a poner en evidencia las contradicciones del “nuevo paradigma” libertario, que en los papeles dice venir a terminar con la política tradicional, pero recurre al acarreo pago, al clientelismo y al apriete, como cualquier aparato viejo. Y lo peor: ni siquiera cumplen con el pago prometido. Mientras tanto, en la base, los que más necesitan siguen esperando que al menos no los usen y los dejen tirados.