La medida de fuerza, que paralizó el subte y el Premetro entre las 13hs y las 15hs, se realizó tras la muerte de un trabajador de la Línea D que, según el gremio, estuvo expuesto a asbesto. La empresa concesionaria Emova señaló que la protesta afectó a 100 mil usuarios y negó la relación directa entre el fallecimiento y la actividad laboral.
El paro convocado por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) se extendió a todas las líneas y al Premetro como parte de un plan de “medidas de autodefensa” que incluyó la interrupción de tareas en los talleres Polvorín, Lacarra, Canning y Constitución durante la mañana. El gremio afirmó que el caso de Walter Berhovet, fallecido por cáncer de pulmón, es el quinto vinculado a la presencia de asbesto en la red y reclamó acciones urgentes para su eliminación.
La conducción sindical sostuvo que el asbesto está prohibido en el país desde 2003 y denunció que durante años el personal trabajó sin información sobre el riesgo. Berhovet formaba parte de una lista oficial de 114 empleados con afectaciones reconocidas por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Desde el gremio remarcaron que su muerte “pudo haberse evitado” y reiteraron el pedido de intervención a las autoridades porteñas.
Por su parte, Emova indicó que el trabajador padecía una condición médica preexistente y que no hay pruebas concluyentes que vinculen su fallecimiento con el historial laboral. La concesionaria recordó que desde 2018 mantiene un plan de desasbestización supervisado por gremios, el Gobierno porteño y laboratorios certificados. Según la empresa, más de 4.000 mediciones de calidad de aire en áreas de trabajo arrojaron resultados dentro de los parámetros considerados seguros.
