El jefe de Gabinete sostuvo que el Gobierno necesita un entendimiento con el PRO para avanzar con las reformas estructurales. Macri negó cualquier tipo de negociación y advirtió sobre el aislamiento del Presidente.
En medio de un año electoral clave, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, planteó públicamente la intención del oficialismo de cerrar un acuerdo político con el PRO en la provincia de Buenos Aires. Según expresó en una entrevista televisiva, La Libertad Avanza necesita sumar legisladores para aprobar reformas previsionales, laborales y tributarias, y ve en el PRO un aliado natural. Francos incluso sugirió que Mauricio Macri no respondió a los intentos de acercamiento y señaló que sería “ridículo” no buscar coincidencias entre fuerzas con miradas similares.
Del otro lado, Macri fue categórico: dijo que nunca recibió una propuesta concreta del oficialismo y que no existen conversaciones formales en marcha. El expresidente incluso acusó a Karina Milei de haber pedido que se excluya al PRO en distritos como Chaco, y alertó sobre la creciente centralidad de ella y Santiago Caputo en las decisiones partidarias. A su juicio, el estilo de conducción del Presidente es riesgoso: “Se desentiende del día a día”, lanzó.
Pese a los cruces, Francos valoró el respaldo parlamentario del PRO en votaciones clave como el DNU 70 y la Ley Bases, pero admitió que eso no alcanzó para consolidar un armado común. En la provincia de Buenos Aires, donde La Libertad Avanza apuesta fuerte, el acuerdo aún no se concreta y la puja por el liderazgo en el espacio liberal sigue abierta.